CAROLINA NAVAS

Me he interesado en retratar a jóvenes tumaqueños que conviven entre lo rural del pacífico colombiano y el eclecticismo del mundo globalizado. Jóvenes que como su propia geografía, crecen como metáforas de la adversidad. Aquí la precariedad convive con la belleza y la esperanza.

Estas fotografías fueron tomadas en Tumaco; una región con población mayoritariamente afrodescendiente y que en los últimos años, se convirtió en la zona con más plantaciones de coca, y por donde más cocaína sale de Colombia hacia el mundo. Su geografía y una historia atravesada por la pobreza, los bajos niveles de educación, un precario sistema de salud y niveles de desempleo del 70%, lo convirtieron en un lugar fértil para el narcotráfico y toda la violencia que esto conlleva. Actualmente aquí se encuentran varios grupos disidentes de la guerrilla de las FARC y es uno de los municipios más violentos de Colombia.

La mayoría de las víctimas que ha dejado este conflicto son hombres jóvenes. Son hombres los que conforman la mayor parte de los grupos delincuenciales y también son los que tienen las estadísticas más alta de muertes violentas.

“Nos miran” es una serie fotográfica que explora la identidad y el contexto de adolescentes, quienes en medio de la incertidumbre florecen en una de las regiones más afectadas por el conflicto colombiano. Los jóvenes aquí retratados son bailarines y músicos autodidactas que resisten con fuerza y dignidad a lo que pareciera ser su destino; ser cuerpos para la guerra, para la delincuencia o para una vida sin oportunidades.

Tumaco hace parte de la historia de mi vida ligada a mi padre.